A Jorge Luís Borges (1899-1986) Gombrowicz no le conoció nunca – de verdad, dijo, que una o dos veces se encontraron, pero esa reunión, o esas reuniones, necesitamos confirmarlas en varios fondos. De todas maneras, en muchos lugares de su escritura presentó sus opiniones sobre el autor argentino, siempre de manera polémica. Sus descripciones son, como siempre, generales y son más interpretaciones que investigaciones, más impresiones que crítica literaria y más una parte de la narrativa del mismo Gombrowicz sobre el autor que la referencia verdadera al autor sobre el que escribe.
Así, describiendo a Borges, Gombrowicz habla más sobre el fenómeno cultural (y sus impresiones, interpretaciones) que Borges generó, con sus seguidores y con el ambiente de la literatura alta, que sobre el fenómeno literario. Criticaba la concepción borgiana de la literatura como acceso a ciertos valores especiales. Dijo, que la diferencia profunda entre ellos es, que lo esencial para Borges es literatura y para Gombrowicz – la vida, de la que una parte es la literatura.
De todas maneras parece existir una similtud entre los dos, es decir entre Borges y Gombrowicz. Ambos buscan respuesta a las siguientes preguntas: ¿Cuáles son los rasgos distintivos de la literatura de sus culturas nativas? ¿Qué significa ser un autor argentino? ¿Qué significa ser un autor polaco? ¿Son las culturas particulares importantes en la perspectiva global? Si es así, ¿hay normas u obligaciones para los autores de las culturas provinciales para introducirlas al nivel global?
Para contestarlas, en un ensayo titulado “El escritor argentino y la tradición”, Borges reflexiona sobre podemos destacar la literatura verdadera y genuinamente argentina. Dice, por ejemplo, que no podemos tratar de esa manera la poesía gauchesca, y que necesitamos buscar ‘lo argentino’ en otros lugares. Al mismo tiempo sostiene que no existe la interconexión necesaria entre la literatura de una cultura o un país y, por otro lado, los temas nacionales dentro de esa literatura. Es decir, las obras de literatura argentina no necesitan analizar los problemas de misma Argentina.
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